

Episode 3
12/1/2022 | 50m 26sVideo has Closed Captions
Justo seeks information as a confidant of the police to try to stop his impending trial.
Justo works for one of the most powerful men in town and tries to build a relationship with his daughter. Meanwhile, he seeks information as a confidant of the police to try to stop his impending fraud trial.
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback

Episode 3
12/1/2022 | 50m 26sVideo has Closed Captions
Justo works for one of the most powerful men in town and tries to build a relationship with his daughter. Meanwhile, he seeks information as a confidant of the police to try to stop his impending fraud trial.
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
How to Watch What the Future Holds
What the Future Holds is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.

Discover Mysteries, Romances, & More
Explore our hand-picked collections of PBS dramas to find your new favorite show. Browse our catalog of sweeping historical epics, breathtaking romantic dramas, gripping crime thrillers, cozy family shows, and so much more.Oigan, oigan.
A ver, a ver, un momento.
Es que no es cuestión de, de indemnización, es una cuestión de lealtad.
Es una cuestión de lealtad.
Nosotros le abrimos la puerta de nuestra casa, se ha sentado en nuestra mesa con comió con mi sobrina... ¡Perdió su honradez don Agustí!
Mira, ¿qué quiere que haga?
¿Qué quiere que haga?
-Yo no lo sé.
-No, hombre, no.
-Ahora estamos como si fuéramos extraños.
-¡Me vergüenza, hombre!
-Señor, yo le ofrezco 100 000... Pues, ¿qué quiere que haga?
¿Me pego un tiro en la cabeza?
[Agustí] ¡Eso no alivia con cheques...!
-[Agustí] Entonces, dime qué es.
-¡Basta!
Aquí hemos venido a ponernos de acuerdo.
-¡Acuerdo!
-[Agustí] Que no, no.
Que no, no, no.
Que no, no, no hay acuerdo posible.
-No hay acuerdo.
-¿Prefiere ir a juicio?
Sí, señor.
Sí, al juicio, claro, claro.
-Sí, voy al juicio.
-¿Y usted?
Yo estoy ofreciendo 100 000 pesetas... -[Agustí] Ah, sí.
-...que es mucho más, muchísimo más de lo que supuestamente perdió.
[Agustí] "¿100 000 pesetas?".
100 000 pesetas.
¿Qué?
No.
Ni 100 000 ni 200 000 ni un millón.
¡Nada!
¡A juicio!
Usted, señorita, usted es la principal perjudicada.
¿También quiere ir a juicio?
[suena música dramática] Yo apoyo totalmente lo que diga mi tío.
Carme... [campanadas] [Justo] ¡Carme!
Carme, escucha.
Eh, oye, esto no tiene ningún sentido.
Tú sabes que yo llevo años intentando arreglarlo.
Pero esto ya no es una cuestión de dinero, ¿hmm?
Tu tío lo está mezclando con... con sus problemas y tú te estás dejando arrastras por él.
No lo acabas de entender, ¿verdad?
Oiga, su sobrina no quiere esto.
¿Tú qué coño sabes lo que quiere ella?
¡Carme!
Podrás llegar en traje de sastre y camisa medida, zapatitos de piel y llenar todo el dinero que te quepa en los bolsillos, pero nunca serás nadie.
¿Sabes qué decía mi difunta madre?
La mierda en plato se cree comida, pero sigue siendo eso, mierda, ¿hmm?
Mierda.
[suena música premonitoria] ¿Justo?
[Justo] Hey, Toni.
-¿Está todo bien?
-Sí, sí, todo bien.
Un problema con mi antiguo casero, pero ya está resuelto.
-¿Y tú qué haces aquí?
-Los martes vengo a firmar.
Me lo impuso el juez desde que nos arrestaron en el Babel.
Ah, claro.
Pues, eh, me alegra verte.
[suena música tensa] Igual.
[hombre por radio] Bastantes puntos de la región se han echado a la calle a recibir a Su Excelencia el Jefe del Estado, en lo que sin duda es un noble plebiscito de adhesión al Generalísimo Franco.
Una adhesión que subraya al respeto y la admiración a lo que él es y la fidelidad inquebrantable a cuanto dicta su voz de gobierno.
El pueblo de Barcelona ha ofrecido al Jefe del Estado un glamuroso, largo y unánime saludo de bienvenida.
[monja] Hermana, nuestro principio... [campanadas] [monja] Su madre llevaba un tiempo con la mente como ida.
-[Mateo] Ya.
-[monja] La enterramos en el cementerio del pueblo.
Si quiere, le puedo acompañar.
[Mateo] Se lo agradezco, pero tengo que volver a Barcelona.
-¿No dejó nada más?
-No le guarde rencor.
¿Rencor?
Su madre fue una buena cristiana.
Yo solo puedo juzgarla como madre.
Y, pues, mi madre fue un misterio para mí.
Le ha hablado de ella con muy poca gente.
Cuando me avisaron de que había muerto.
Se me removieron muchas cosas por dentro.
Ojalá no hubiera sabido más nada de ella.
Pero ¿sabe por qué le cuento todo esto?
Porque en el fondo Justo y yo éramos huérfanos.
Estábamos solos.
Y eso, pues, pues, une mucho, une, claro.
Tú eres un hijo de puta.
¡Tú eres un hijo de puta!
Vaya par de huevos granados que tienes.
Hey, hey, hey, tranquilo, fiera, tranquilo.
-No, tranquilo ni ostias.
-Hey, no grites.
Eh, que me dijiste que el juicio se iba a arreglar, ¿hmm?
Que la conciliación era puro teatro.
-No grites, coño.
-Te han puesto fecha, Mateo.
Que tengo un juicio en dos meses.
¿Tú les llevaste el cheque?
Pues, claro que les he llevado el cheque.
Que les da igual.
Que no puedo ir a juicio.
Que no vas a ir a juicio, Justo.
Confía en mí, coño.
-Bueno, pues, díselo al juez.
-¿Tú sabes por qué te pasa todo esto?
-Por mamón.
-¿Qué?
Si en este tiempo me hubieras dado información buena, yo mismo -habría llamado al juez.
-Pero ¿de qué hablas, Mateo?
-Te he dado todo lo que me pides -Me has dado una mierda, Justo.
¿Chavales que escuchan la radio Pirenaica y creen que leen El Manifiesto Comunista?
-Es lo que conozco.
-Pues, trabájatelo más.
¿Más cómo?
Encuéntrame una célula comunista o de bandera roja.
Eso amiguitos píos rojos tuyos, con los que tú te juntas, seguro que hay alguno que conoce qué es cortar bacalao.
Pero ¿tú te crees que no lo he intentado?
Gánatelos como sea.
Emborráchate con ellos, cómeles la polla si hace falta, pero que como no me encuentres algo, no puedo ayudarte, Justo.
[suena música tensa] [motor enciende] [neumáticos chirrían] [reportero] El singular poder de convocatoria popular que posee la figura del Caudillo se ha visto plenamente confirmado por la presencia de una inmensa multitud, que apretada en las aceras o asomada a los balcones de las calles del itinerario barcelonés... [puerta cruje] [reportero] ...junto con la muchedumbre que se agolpaba en la plaza de la catedral... Hola, tiet.
[reportero] ...al Jefe del Estado.
-¿Y tu tía?
-Se ha acostado.
Ah.
[tos] ¿Se encuentra bien?
En cualquier día de estos me encontrareis tieso en la cama.
-No diga eso, por Dios.
-Por lo menos estaré descansando.
[reportero] Barcelona, Cataluña, tierra donde moran y trabajan gentes que proceden de... -¿Escalivada?
-Sí, una migaja.
[reportero] Más que nunca, un vivo resumen del mapa espiritual forjado por Franco, en la unidad de los hombres y las tierras de España.
Personas de toda suerte y todo de bien como tocadas por un portentoso talismán, se han fundido en un largo abrazo de vítores y aclamaciones al Caudillo de España.
Innumerables pancartas con expresivas leyendas de afecto y de servicio se erguían por encima de las muchedumbres.
Parecían simbólicas velas de una gigantesca nave, que asimilaba con viento favorable bajo la capitanía de Franco hacia nuevos horizontes.
Tiet, ¿no hubiera sido mejor coger el cheque y...?
No.
Hay que apechugar y tirar adelante.
¿A costa de su salud?
Solo le pido a Dios que me deje llegar a juicio.
Después... que pase lo que tenga que pasar.
Ah, ¿puedes leerte esto antes de mañana?
Es una obra de teatro.
Ha venido el director para encargarme unas copias.
Yo necesito asegurarme que no hay nada problemático, ¿hmm?
-Por supuesto.
-[reportero] Tiempo tendrá el Jefe del Estado para contemplar en estos días próximos el ritmo de laboriosidad conque Barcelona contribuye al... -Se va a morir.
-[reportero] ...renacimiento de España.
Hombre, solo es un vaso de vino.
No, hombre.
Decía Franco.
Ah.
[risas] [voz en televisor] Pues, sí.
Hmm.
[suena música dramática] [suena canción en inglés] ¡Justo!
¿Me vas a contar qué te pasa?
¿Ah?
¡Si me vas a contar qué te pasa!
No me pasa nada.
Si es por la boda de mi hermano, ya le dije a mi padre que te iba a invitar.
Hmm.
Oye, ¿tú crees que estamos haciendo algo por España?
¿Qué?
El otro día leí una frase de... del presidente Kennedy que decía: "No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país".
¿Qué puedo hacer yo... por España, hmm?
-¿Qué mosca te ha picado?
-No, lo digo en serio.
Tengo un trabajo, gano dinero, tengo una casa... bonita, muy bonita.
Tengo cosas, tengo muchas cosas, pero por dentro me siento... vacío.
Y... ¿De qué coño estás hablando, Justo?
Si yo pudiera ayudar, no sé, dando dinero a una revista de esas críticas con el franquismo o, o a los abogados que las defiendan.
¿Qué te quieres meter en política?
Hmm, no.
Tú conoces a mucha gente en la universidad que se mueve en círculos antifranquistas, ¿no?
Sí, sí, pero como te pille la policía...
Ya, pero tengo 26 años, linda.
Si no me comprometo, si no arriesgo ahora, ¿cuándo lo voy a hacer?
¿Cuando tenga 45?
¿Cincuenta?
¿50 años?
No sabía que pensabas así.
No tienes idea de muchas cosas que pienso.
[perro ladra] Hay un chico, Gustavo... lo conozco.
Es como medio anarquista, pero siempre anda buscando dinero para hacer cosas.
-Hmm, hmm.
-No sé, igual te vale para limpiar tu conciencia.
-[Emili] Sube el 10 y el 14.
-Hola, buenos días.
[Emili] ¿A cuánto están?
Las pruebas son por la tarde.
No.
Vengo a entregar esto.
[hombres hablan a lo lejos] Soy la sobrina de Agustí, el de la imprenta.
-¿No eres actriz?
-No.
-¿Seguro?
-Seguro.
Por cierto, la he leído.
¿Y?
Es triste.
¿Por qué al final mata a la estudiante?
No, no solo por eso.
El profesor es triste, todo es oscuro.
Los humanos somos oscuros, pero no os gusta reconocerlo.
¿Sabes por qué no nos gusta?
¡Fíjalo ahí, Bernat!
Por miedo.
Vivimos en el miedo.
Y no lo soportamos.
¿No lo soportamos?
No soportamos saber que está ahí.
-¿Y qué deberíamos hacer?
-Pues, hablar de él.
Sin complejos, sin pudor.
Yo al menos lo intento.
Me llamo Emili.
-Carme.
-¿Te gusta el teatro?
Bueno, soy más de ir al cine.
[riendo] No.
No te he preguntado eso.
¡Media sala!
No sé mucho de teatro.
-¿Quieres aprender?
-[Bernat] Ahí lo tiene.
¿Aprender?
Deberías hacer la prueba para el papel de la estudiante.
¿Quién?
¿Yo?
Pero, pero si no soy actriz.
-¿Cómo lo sabes?
-Pues, porque no lo soy.
No lo he hecho nunca.
Yo trabajo en una imprenta.
Pero ¿cómo sabes que no eres algo, si nunca lo has intentado?
[Carme] A mí nunca se me había pasado por la cabeza el ser actriz.
Pero cuando Emili me hizo esa pregunta... No sé, fue como...
Se me removió algo aquí dentro.
Como si conectase con, con algo que yo ignoraba, pero que estaba aquí.
[comentarista] La superioridad del borrosco de testona es notable.
[Agustí] Tú no tienes ninguna necesidad de eso.
[Carme] ¿Necesidad de qué?
De, de subirte a un escenario a hacer cosas.
Aquí tienes trabajo, casa, seguridad, lo otro es, -es absurdo.
-¿Absurdo por qué?
Ah, bueno, porque las actrices son... son lo que son, ¿eh?
Y tú eres una chica de pueblo, criada en familia, no te pega.
Es una profesión.
-Como trabajar de puta.
-[tía] ¡Agustí!
Por el amor de Dios.
[voz en televisor] Oh, lo siento.
No, no quise decir eso, pero es que cada vez que te metes en algo nuevo... Yo solo quiero probar.
Paso muchas horas aquí dentro y me viene bien despejarme.
Además, solo es los martes y los jueves, es como tomar clases de baile.
Eh.
¿Y si luego te gusta?
[comentarista] La igualdad es lo que manda en este combate por ahora.
[suena música clásica] [invitados aplauden] -[mujer] ¡Vivan los novios!
-[hombre] ¡Viva!
Muchas gracias.
-¡Enhorabuena!
-[Mateo] Muchas gracias.
-¡Hola!
-¡Hola!
[suena música clásica] [mesero] ¿Un canapé?
[murmullos] [mujer ríe] [hombre] ¿Habéis comido algo ya?
[mujer] No.
[murmullos] [Nebot] Vamos.
[suena música clásica] [risas] [Jaime] ¿Sabes cuál es tu problema?
Que te peleas con el puro, que te fajas con el tabaco.
Es la ansiedad.
Joder, la ansiedad.
[Justo carraspea] [Justo] Perdonen, ¿han visto a Nita por aquí?
[Jaime] Está ahí fuera.
¿Y tú eres?
Justo Gil.
-¿No os conocíais?
-No.
Justo es el chico de los porteros electrónicos.
Oh, hombre.
Estás en la oficina de Hospitalet, ¿no?
-[Justo] Sí, señor.
-Hmm.
Nebot me ha hablado muy bien de ti.
El negocios, porteros electrónicos va fenomenal.
Si sigues así, no nos quedará más remedio que ascenderte.
Tengo muchas buenas ideas.
¿Han oído hablar de los extractores de humo japoneses?
Ah, Justo, Justo, hoy toca boda.
[Justo] Ah, claro.
Lo que pasa es que yo me paso todo el día dándole vueltas a las cosas y no paro.
[Nebot] Pues, tienes que aprender a parar.
Si no te va a pasar como a Torcuato, que le dio un derrame de tanto trabajar.
Hey, ¿no, no fue un tumor?
Y, y yo no sé coño.
Algo jodido.
[risas] ¿Qué tal está Quim?
Eh, bien.
Muy bien.
[Justo] Hmm.
¿Sigue en Ginebra?
Zúrich, está en Zúrich.
[Justo] Haciendo un posgrado, ¿no?
Sí.
Necesitaba alejarse un poco de Barcelona.
Sí, sí, ya, ya.
Lo echamos de menos.
¡Don Jaime de Castellnou!
[risa] ¿Qué estaréis tramando aquí los dos?
[Jaime] ¡General!
Un abrazo.
[Nebot] ¡Pues, ya tenemos aquí al ejército!
[risas] -[Jaime] ¿Salimos fuera?
-[Nebot] Venga.
Vamos.
[Nebot] Venga.
Vamos a arreglar el país.
[murmullos] [suena música de misterio] [Xavi] ¿Una copa, Justo?
Te he visto entrar en la casa y he pensado: "Igual, está buscando algo de beber".
Así que te lo he traído yo.
Y ya de paso, me das la enhorabuena.
-Enhorabuena, Xavi.
-Gracias.
Hmm.
Ah.
-¿A dónde vas de luna de miel?
-Egipto.
-¿Egipto?
-Egipto.
-¡Guau!
-Sí.
Genial.
-Qué bien.
-Sí.
Pues, buen viaje.
O sea, que ahora vais a por mi hermana, ¿no?
Sí, porque una cosa es quedar con Nita para tomar caña, fumar porros y follar, y otra es qué te traes aquí.
[Xavi ríe] ¿Te preocupa algo, Xavi?
Me preocupan los trepas, Justo.
Los trepas, los manipuladores, los mentirosos... Los que no son nadie y quieren encontrar su hueco como sea.
Me preocupan los tipos que no tienen vergüenza, Justo.
[murmullos a lo lejos] ¿Ya le has contado a tu mujer que tiene que cortarse el pelo y pintarse un bigote para que se te ponga dura?
¿Ya sabe que eso es lo que te gusta?
Aunque nunca me ha quedado claro, ¿cuando una chica se casa con un marica, si lo hace por amistad, por dinero o, o porque... es despistada?
Aléjate de mi familia, Justo.
-Hazme caso.
-¿O qué?
O te voy a dar bien por el culo.
Eso es lo que de verdad me gusta.
[suena música clásica] [invitados aplauden] [Nati] A Xavi no le hizo ninguna gracia que lo invitara a su boda.
Le odiaba.
Pero, bueno, a mí tampoco me gusta su mujer.
Bueno... Ah, por cierto, le dije a mi hermano que viniera a hablar con usted, pero me ha dicho que no quería saber nada que tuviera que ver con Justo.
Hmm.
[Emili] Hace 30 años que vivo en esta ciudad.
Usted... no lleva mucho tiempo aquí.
¿Qué le parece?
[Carme] No me disgusta.
Es una ciudad agradable.
Yo preferiría vivir en París.
-¿En París?
-Sí, señorita.
Pero ¿conoce París?
Eh, es una frase irónica, Carme.
Y le tienes que dar ese sentido a la frase.
O sea, como si no me lo creyera.
¡Exacto!
Porque tú nunca has conocido a nadie que viva en París, pero sí que has conocido a muchos mentirosos.
Ya, entiendo.
La frase va para un lado, pero la intención va por otro.
-¿Sabes cómo se llama esto?
-No.
Subtexto.
-Subtexto.
-Subtexto.
-Qué difícil es esto.
-Sí, es complicado, ¿hmm?
Los seres humanos somos muy complicados, y el teatro lo que intenta es reflejar esa complejidad.
Evidentemente, señor.
La nieve cae en el invierno.
El invierno es una de las... El invierno es una de las cuatro estaciones.
[resoplido] [Emili] El teatro del absurdo es... el teatro esencial.
No es como el naturalista o el realista.
Las cosas suceden para desvelar la complejidad de las relaciones de las personas.
¿Conoces... París?
[risa] Venga, venga.
-¿Conoces... París?
-Muy bien.
Otra vez.
¡Ah!
¿Hago los personajes como si fueran personas reales o de que exagerar y hacer algo extravagante?
[al unísono] ¿Conoces París?
Ahí estás parada, frente a un público de verdad.
El invierno es una de las... El invierno es una de las cuatro estaciones.
¿Conoces las estaciones con los ojos cerrados?
Claro que sí, señorita.
O casi.
[al unísono] Pero ¿conoces París?
[Emili] Muy bien.
[al unísono] Pero ¿conoces París?
[golpes] [suena música dramática] [explosión] ¿Cómo dices que se llama?
[Gustavo] La batalla de Argel.
Los italianos le dieron no sé cuántos premios en el Festival de Venecia.
Y es un ejemplo de lo que podríamos hacer aquí.
Ya.
[hombre habla en francés] Mucha gente en el mundo cree que el franquismo es pacífico.
Que en España no pasa nada.
Sí, pero tampoco es Argel.
La gente no va poniendo bombas todos los días.
Pues, igual hay que empezar a ponerlas.
[hablan en francés] Si rodamos una película donde se vea la represión, las torturas y todo lo que está pasando, pondremos al gobierno en un aprieto.
¿Quién filmaría eso?
Nosotros nos ocupamos de la parte técnica.
¿Vosotros... quién?
Por tu propia seguridad, es mejor que no te involucres en todo esto.
Pero necesitamos dinero.
A ver.
Gracias.
Nita me dijo que querías colaborar, ¿no?
-¿Cuánto?
-Tú tienes un buen trabajo.
Te mueves en un círculo muy exclusivo.
¿Cuánto puedes poner?
[suena música tensa] [Emili] Hace 30 años que vivo en esta ciudad.
Usted lleva muy poco tiempo aquí.
¿Qué le parece?
[Carme] No me disgusta.
Es una ciudad agradable.
Hmm.
Yo preferiría vivir en París.
-¿En París?
-Sí, señorita.
Pero ¿conoce París?
"¿Conoce París?
¿Conoce París?
¿Conoce...?".
-¿Podemos parar un momento?
-¿Parar?
Es que estoy muy casada.
Te dije que cuando el cuerpo te pide parar, es cuando más hay que esforzarse.
Eh, ya, pero llevamos desde las 9:00 de la mañana y son las 4:00 de la tarde.
Así es el teatro.
Te lo quita todo, pero también te lo da todo.
[suena música romántica] Venga.
Venga.
Gustavo está un poco loco.
No le hagas mucho caso.
Pero es amigo tuyo, ¿no?
Amigo no.
Conocido de la universidad.
Igual hasta es un chivato.
-¿Un chivato?
-¿Qué te crees tú?
Aquí la policía tiene chivatos por todas partes.
¿Y tú qué sabes?
Recuerda que mi padre fue gobernador civil y jefe provincial del movimiento.
Ya.
Ven aquí.
[risa] -¿Tienes prisa?
-No me puedo quedar a dormir en tu casa todas las noches.
Ya, ven.
[suena música romántica] -Te estás volviendo una viciosa.
-¿Yo?
-Sí.
Sí.
-No.
Tonto.
[suena música romántica] [Nita] Justo era... era un superdotado.
Sí.
Sí, igual que los hay para las matemáticas o para la física, él... él lo era para... [entrevistador] ¿Para qué cosa?
No voy a entrar en detalles.
Yo ahora soy una mujer casada y tengo mi vida, pero sí que le voy a decir una cosa.
No me arrepiento de nada.
[jadeos] [gemidos] [Nita] Oye, Justo, ¿qué has hecho?
¿Te has corrido adentro...?
Perdona, pero es que estaba muy concentrado.
No... No, no, no, Justo, Justo, no, no, no.
Pero ¿cómo me haces esto?
[jadeos] Joder.
¡Joder!
¡Joder!
¡Joder!
¡Ah!
Oye, tan poco hace falta ponerse tan dramático, ¿no?
[agua fluye] -¿Qué haces?
-Pues, intentar lavarme.
Oye, no lo habrás hecho a propósito, ¿no?
¡Júralo!
¿Y hace falta que lo jure?
¡Eres un idiota, Justo!
-Yo preferiría vivir en París.
-[Carme] ¿En París?
-Sí, señorita.
-[Carme] Pero ¿conoce París?
[hombre] ¿Lo conoces tú?
[Carme] Sé que es la capital de Francia.
¿Y qué más sabes?
¿Qué más tengo que saber?
Muy bien, chicos, gracias.
-[Carme] ¿Qué tal?
¿Mejor?
-[Emili] Mejor, mucho mejor.
Solo te falta subir la angustia en la segunda parte.
Pensé que te preocupaba la ironía.
Eso ya lo tienes.
¿Siempre tienes que criticar algo?
-¿Te duele?
-¿El qué?
¿Te duele que te critique?
Bueno, me confunde.
Y me duele, sí.
El dolor en el teatro no es malo, es necesario.
Te debes alimentar de él.
-¿Del dolor?
-Mmm-hmm.
Eso es.
Tienes que trasladar esa verdad a la escena.
-¿Y cómo se hace eso?
-Confiando.
No estás sola, Carmen.
Estamos juntos.
Ya puedes empezar a decir que eres actriz.
[suena música emotiva] -¿La batalla de qué?
-Argel.
-La batalla de Argel.
-"La batalla de Argel".
Está prohibida en Francia también, pero por lo que he oído es la película de cabecera de todos los movimientos subversivos del mundo.
¿Y ahora quieren que tenga una versión española?
Eso dicen.
De momento me han pedido 30 000 pesetas.
¿Y el Gustavo este no crees tú que va de farol?
-"¿Farol?".
-Los antecedentes que tiene son por delitos menores y ahora de buenas a primeras se mete a productor de cine.
No, yo creo que quien produce de verdad esto es el partido, el PSUC y a él lo utilizan de recaudador.
Ah, coño, a mí no me interesa el recaudador.
A mí quien me interesa es el partido, el PSUC.
Ya, pero para llegar a ellos tengo que empezar por abajo, ¿no?
-¿Entonces?
-¿"Entonces" qué?
El juicio, ¿qué hacemos con el juicio?
-Todavía quedan tres semanas.
-OK, tres semanas, pero tampoco vamos a esperar hasta el último momento, ¿no?
Y yo necesito una garantía.
El trato que hicimos es tú nos das lo que te pedimos y nosotros hacemos la llamada, en ese orden, ¿sí?
Y de momento no has dado una lata tú, una puta lata.
2[suena música de intriga] Y estas son del templo de Abu Simbel.
-Qué maravilla.
-Sí.
Todo esto está reconstruido porque donde estaban originalmente, se cubría de agua con la presa de Asuán.
Mira qué guapa ahí mi mujer.
-¿Qué lleva?
¿Una pamela?
-Sí.
Son baratísimas.
Haberme traído una, mamón.
-Qué viaje, ¿no?
-[Xavi] Sí.
¿Y tú qué tal?
¿Cómo estás?
Pues, igual necesito que me eches una mano.
"¿Una mano?".
¿Te acuerdas de esa amiga tuya que tuvo que irse a Londres a solucionar un problema?
-[Xavi] No me jodas, Nita.
-No es seguro.
-¿Con el idiota de Justo?
-No lo insultes.
No, es que ese tío es una mierda y solo quiere usarte.
Le tienes manía.
O lo que es peor, envidia.
¿"Envidia" de qué a un paleto trepa cabrón?
Mira, déjalo, voy a hablar con otra persona y punto.
No, no, no, Nita, Nita, Nita.
Un momento, un momento, un momento.
Yo te doy los datos de la clínica, ¿de acuerdo?
Pero de verdad, tú entérate bien de con quién te estás acostando.
¿Enterarme de qué?
¿Sabes que Toni se lo encontró hace unas semanas en el juzgado?
-"¿Toni?".
-Sí.
Dice que vio a Justo salir del juzgado número tres y discutir con una persona.
Y, según Justo, es su casero, pero vete a saber en qué lío anda metido.
-¿Y por qué me cuentas eso?
-Para que lo sepas.
¿Qué es lo que te molesta de Justo, Xavi?
¿Que no sea de tu círculo?
¿Que lo haya invitado a la boda?
¿O que se haya hecho amigo de Quim?
No, que es un mentiroso, Nita, eso es lo que me molesta.
Mira, si no te fías de mí, es tu problema, pero ya que llevas un hijo suyo, por lo menos podrías ir a un juzgado y preguntar por él.
Tú lo que deberías hacer es no meterte tanto en mi vida y hacerle más caso a tu mujer.
[suena música dramática] -[Carme] 2500.
-"2500".
Las clases y los ensayos son por la tarde, no van a afectar a mi trabajo aquí.
Sí, pero, nena, ya no es martes y jueves, es todos los días.
-500, puedo hacerlo, tiet.
-"500".
Si te plantas en un escenario delante del público, ya no hay marcha atrás.
¿Qué quiere decir?
Que una gente que vendrá a verte al teatro no querrá encontrarse contigo en una papelería, no sé si me entends.
Bueno, allá ellos, ¿no?
Pues, sí, allá ellos, allá ellos, pero, al final, tendrás que decidir tú.
188.50.
"188.50".
[suena música dramática] [voces indistintas] [suena música dramática] Perdone, ¿para hablar con el secretario del juzgado?
[vigilante] Suba a la primera planta y allí le informan.
Gracias.
[suena música dramática] No sé si le suena mi apellido: Castellnou.
Mi padre fue gobernador civil y agradecería mucho cualquier gesto que tuviese un funcionario público, y que contribuya a la felicidad de su hija.
Yo es que lo lamento mucho, pero no puedo darle ninguna información.
-¿No puede?
-Ni puedo ni debo.
Es confidencial.
-Pero afecta a mi novio.
-Háblelo con él.
Hagamos una cosa.
Si mi novio tiene un problema que solo le afecta a él, entiendo perfectamente que usted no me pueda decir nada, pero si fuera algo preocupante... Defina "preocupante".
Que afecte a la moral, por ejemplo.
Si es así, creo que su deber es contármelo.
Mi deber... Si me caso con Justo Gil, tendré que cumplir con los votos del matrimonio.
Por eso le pregunto, ¿mi novio merece esa dedicación?
Cualquier cosa que responda sería juzgarlo y yo no soy quien.
Señorita, lo siento, pero no puedo ayudarla.
Pero sé quién puede.
[suena música dramática] Disculpe.
¿Carme Román?
Me llamo Nita y necesito saber quién es Justo Gil.
Pensé en irme sin hablar con ella, pero me quedé.
Y no porque quisiese destrozar a Justo, no, para nada.
No, no sé, quería, quería saber quién era ella.
Bueno, supongo que Justo todavía me importaba.
Creo que es algo que tienes que decidir tú sola.
Pero ¿tú estás enamorada?
Sinceramente, no lo sé y después de todo esto... Si me permites un consejo, no hagas nada por despecho o por rabia.
No lo sé, igual lo puedes hablar con él y perdonarle.
-"¿Perdonarle?".
-Yo lo intenté.
-¿Y qué pasó?
-Es duro, porque hay mucha gente a la que no quieres decepcionar, gente a la que amas.
Pero, al final, cuando te metes a la cama y cierras los ojos, estás sola.
-Pero ahora tienes una relación.
-Y eso, por un lado, está muy bien, descubres un mundo diferente, aprendes.
¿Y por el otro?
Te das cuenta de que hay recuerdos, sensaciones que no se van a ir nunca.
Que están ahí en tu cabeza, aunque no quieras, aunque lo odies.
-¿Te refieres al dolor?
-[Carme] No.
No.
Todo lo contrario.
Me refiero al amor.
Lo que escuché aquella tarde, me sorprendió.
Que Justo fuera un muerto de hambre que, que viniera de un pueblo de Aragón, que fuera capaz de hacer tanto daño.
Pero lo que más me impresionó fue descubrir lo muy enamorada que aquella chica seguía estando de él.
[suena música dramática] 30 000 pesetas.
Tengo que confesarte algo.
-No vamos a hacer la película.
-¿Por qué no?
Solo quería probar si ibas en serio.
Vete a tomar por el culo, Gustavo.
Tú lo que quieres es luchar contra Franco, ¿verdad?
-Tu dinero irá al partido.
-¿Y eso cómo lo sé?
-¿Porque lo dices tú?
-Tienes que confiar, Justo.
-¿Quién está detrás de ti?
-Por cuestiones de seguridad, -es mejor que no lo sepas.
-"Seguridad" mis cojones, es mi dinero.
¿Cómo sé que no lo vas a usar para otra cosa?
-[Gustavo] Por ejemplo.
-No sé, para putas, para grifa, yo qué sé.
¿Lo dices en serio?
Preséntame a los que te mandan y entonces hablamos.
Hay que andar con mucho cuidado.
Si te pilla la social, estamos jodidos.
A mí ya me pilló una vez la social y me comí una semana de calabozo sin abrir la boca.
Porque tú lo dices.
[suena música de suspenso] ¡Anda, estás despierta!
¿Y estas maletas?
-¿Pasa algo?
-Dímelo tú.
¿Que te diga qué?
¿Por dónde quieres empezar?
Si quieres empezamos por tu madre o por el pueblo ese del que vienes.
O mejor vamos directamente a la historia de Carme Román y cómo le estafaste 65 000 pesetas.
¿Qué?
¿Por dónde quieres empezar, Justo?
¿Quién te ha contado esto?
-Xavi, ¿no?
-Él me dijo donde buscar.
Ha sido ella.
-¿Ella?
¿Quién ella?
-Carme.
Carme, me lo ha contado Carme sentada delante de mí.
Y no veas, Justo, cómo le temblaban las manos.
Estás acusado de estafa y falsificación en documento público.
-Hmm.
-No.
¿Hmm?
Ese no era yo.
-¿No eras tú?
-No.
¿Qué quieres decir?
Es que me han pasado muchas cosas desde que llegué a esta ciudad, Nita.
-Y tuve que tomar decisiones.
-"¿Decisiones?".
Sí, decisiones.
Sí, y me arrepiento.
Por eso he intentado devolverles el dinero, más nada.
-Ahí está, ¿no?
-Sí.
Te doy un cheque y aquí no ha pasado nada.
Nita, estás hablando de mi pasado.
Y yo no soy mi pasado.
¡Vale!
Vale.
Muy bien, pues, hablemos del futuro entonces.
-Muy bien.
-¿Por dónde empezamos?
¿Por nuestra boda?
¿Para que mi familia te acepte y así ningún juez se atreva a condenarte?
-Pero ¿qué?
-O, o hablemos de esos hijos que tanto deseas, de como los criamos para que te ayuden a salir de Hospitalet, a tener una casa cada vez más grande, un coche cada vez más rápido.
¡Que no es verdad, no es verdad!
¡Hablemos de cómo pensabas estafarme, Justo!
Amor.
Mira, este piso es de la empresa.
He hecho las maletas para que te vayas.
Cuando vuelva, no quiero que estés aquí.
¿Se lo has contado a tu padre?
Por supuesto que se lo he contado a mi padre.
¡Ostia!
Y he tenido que rogarle que no viniera porque quería reventarte la cabeza.
Que sepas que no trabajas más para él ni para Nebot ni para ninguna de las empresas del grupo.
No te quejabas de que tenías muchas cosas, ¿hmm?
Pues, ya no tienes nada.
¿Y sabes qué es lo mejor, Justo?
Que esta tarde me ha venido la regla.
[suspiro] [golpe en puerta] [suena música dramática] [juez] Pónganse en pie.
El señor Justo Gil, según con las pruebas en contra de usted, firmó documentos a nombre de Carmen Román.
Con las pruebas que disponemos, el señor Justo Gil vendió material que no existe, ¿no es cierto, Carmen Román?
¿Es cierto?
El señor Justo Gil firmó documentos... Carmen Román y yo, Carmen Román y yo teníamos un pacto, un pacto... Por aquel entonces manteníamos un pacto de una relación sentimental.
[juez] No ha contestado mi pregunta.
-[Justo] Un pacto verbal.
-[juez] ¿Qué clase de pacto?
¿Tiene usted copia de ese pacto?
[Justo] No, no, no.
No lo tengo.
Tiene usted derecho a la última palabra, ¿quiere añadir algo más?
Si alguien se ha sentido dolido, yo no he podido hacer más.
Todo lo que he hecho, lo he hecho por mi madre.
Que Dios la tenga en su gloria.
Señoría, yo sé que tengo muy difícil aquí conseguir el perdón de ustedes, pero... pero sé que alguien, algún día, en algún lugar, conocerá toda la verdad.
Y ese día me perdonarán.
[juez] Escuchados los alegatos, este tribunal da por concluida la vista ahora.
Caso listo para sentencia.
[murmullos] [Mateo] Os recuerdo que me fui primero porque... ¿Para qué quedarme si no había más nada que hacer?
Y, además, que Justo tampoco me había dado lo que yo necesitaba y yo no podía ayudarle.
Y recuerdo que pensé: "Este tío está acabado.
Está acabado".
Pero me equivoqué.
[motor en marcha] [Gustavo] Pst.
¡Justo!
[suena música dramática] He estado buscándote.
¿Cómo estás?
-Bien.
-Mira... déjame presentarte a un amigo, Antonio.
Hola, Justo.
¿Subes al coche y hablamos?
Yo me quedo, pero id vosotros.
[suena música dramática] [motor enciende] [suena música dramática] [Antonio] Gustavo me ha hablado muy bien de ti.
Escuche, si esto es para pedirme dinero, he perdido el trabajo.
Sí, lo sé.
Esos hijos de puta te han jodido bien en la vida, ¿eh?
Nebot y Castellnou tienen mucho poder y tú estabas jugando con fuego.
¿Quién eres tú?
Alguien que sabe mucho de ti.
¿Y?
-Necesitamos gente como tú.
-¿Como yo?
Con visión.
Gente capaz de sacarle el dinero a la burguesía sin despeinarse.
Gente que no se abra de patas con la policía, como tus amigos del Babel.
Gente que aguante, Justo.
-Gente como tú.
-¿Y quién coño eres tú?
El PSUC.
El partido comunista.
Queremos que formes parte de una célula.
-No, no.
-No, Jus-Jus-Justo.
Si sois de la Brigada Social, iros a tomar por el culo.
Pero ¿qué coño Brigada Social, Justo?
-Confía en mí, por favor.
-¿Sí?
Tú sabéis todo de mí y yo no sé una mierda.
Bueno, pues, nada.
Pues, vamos a conocernos, ¿no?
Compañero.
[suena música dramática] Hay que estar en paz con la familia, Justo.
Aunque te joda, aunque lo único que sientas sea... indiferencia.
¿Tu madre?
La que me parió, eso fue lo único que hizo.
[suena música dramática] [Mateo] ¿Yo te he contado que mi padre era anarquista?
¿Ah, sí?
Cuando terminó la guerra cogió un tren y se fue para Francia, y ahí en el tren conoció a mi madre.
Se la estuvo tirando hasta que llegaron a París.
Resulta que el muy cabrón tenía allá una mujer y dos niños esperándolo.
¿Y qué hizo tu madre?
Humillarse.
Y humillarse, y humillarse.
Gracias.
Por eso cuando alguien se mete con Franco yo digo: "¿Qué coño?
Si ese es el único padre que yo he tenido de verdad".
El único que me ha dado comida, que me ha dado techo, ropas, zapatos.
Pero hay que estar en paz con la familia, Justo.
-¿Vamos?
-Sí.
Ya hemos hablado con el juez, te van a poner una multa gorda para que nadie sospeche.
Pero te la pagamos nosotros, no te preocupes.
Mateo, quiero un salario fijo.
¿No querías un profesional?
Pues, ahora lo tendréis.
-¿Lo hablo con revuelta?
-No lo vais a hablar, lo vais a aprobar.
-Escúchame, Justo.
-No, no, yo no escucho.
Me han jodido bien a mí, así que ya no tengo nada que perder.
¿Hmm?
A partir de ahora, yo pongo mi precio.
[Mateo] "A partir de ahora, yo pongo mi precio", dijo.
Yo pensé: "Qué cojones tiene este tío".
Y ahí es donde me di cuenta que él podía ser un buen confidente.
¿Sabe usted por qué?
Porque vi que ya no tenía nada que perder y eso es lo que necesita un confidente, no tener nada que perder.
Esos son los mejores, ¿hmm?
-Bueno, ¿queda mucho?
-[hombre] No, ya casi estamos.
Me duele el cuerpo de estar aquí sentado ya.
[hombre] Si quieres, descansamos un poco.
Yo no sé qué va a hacer usted con, con la entrevista.
Lo que sí le digo una cosa que, que mi nombre no puede salir ahí, ¿le queda claro?
[hombre] Sí, sí.
No se preocupe.
[suena música dramática]
Support for PBS provided by: